2 de noviembre de 2010

IDENTIDAD CORPORATIVA

La búsqueda permanente de una reafirmación de atributos originales ante los demás es la labor constante que presenta la humanidad, comenzando por la creación de un nombre, el empleo de un apellido, hasta la imposición de un número único o cedula de ciudadanía señalándolo como integrante de un determinado grupo de personas.


Incorporando la categorización en grupos de identificación por algún aspecto físico, mental o social, en este caso como el sexo, nacionalidad, religión, edad, raza, etc., así mismo deseando que cada una de estas particularidades sean diferentes a la identidad de los demás pero positivamente comparable con otros grupos, creando una necesidad de identificación tanto individual como colectiva en cualquier espacio donde se encuentre.




El logotipo como transformación visual de un sonido lingüístico posee un doble carácter, el primero como elemento semántico o significativo, donde se enuncia gráficamente por los signos de escritura y puede ser decodificable por el lector (legible), y en segundo lugar como elemento gráfico, estético, reconocible y memorizable por su imagen característica (visible). Dentro de este tema influyen tres aspectos importantes de los cuales depende la aceptabilidad visual del logotipo, la simplicidad, la estética y la legibilidad, prevaleciendo la estética sobre los otros, puesto que es un atributo esencial para la identificación, y en este sentido es además de un valor general de diseño, un valor particular de cada logotipo, por ser percibido antes que ser leído.


Al comprender el aspecto psicológico en el público a quien se dirige hay que entender que se debe asignar y sustentar valores de este tipo a lo identificado, por lo que puede contener los elementos visuales y más concretamente el logotipo, se puede encontrar con la fascinación aceptándola igualmente como un valor connotativo, el cual puede evocar atributos ligados como la vigorosidad, suavidad, agilidad, elegancia, etc. Aportando principios ópticos a la solución de una identidad, con lo cual ésta al crearse debe tener intrínseca conceptos que la banda quiera reflejar a través de elementos visuales definidos, estableciendo una personalidad, identificación y reconocimiento ante un contexto o grupo determinado de personas que a largo plazo puedan familiarizarse con dicha imagen, conforme a las leyes de percepción, y creen en su mente una pregnancia entre la relación que puede tener el nombre de la banda como forma sonora, y el logotipo como tal que es expresada como forma visual, lo que facilita la integración de éste en un campo social y de esta misma forma sea distintiva y connote los valores que se desea vincular a esa identidad.


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